Quizás para muchos sea muy poco familiar el nombre de Freelan
O. Stanley, pero sus contribuciones tecnológicas y (sin saberlo) paranormales,
probablemente darían de que hablar.
Después de la exitosa venta de una planta de producción
de placas secas (al fundador de lo que ahora es Kodak), Freelan y su hermano
Francis ganaron verdadera notoriedad empresarial como los creadores del
automóvil vaporizado más vendido, el Stanley Steamer.
Un diagnóstico inquietante
Desafortunadamente, el éxito y la situación financiera de
Freelan no lo protegerían de las enfermedades de la época. Después de verse
afectado por la tuberculosis, dijo adiós a las playas costeras de Massachusetts
para mudarse, junto con su esposa, al aire seco de las Montañas Rocosas, específicamente
de Estes Park, Colorado.
Freelan había comprado más de 2,000 hectáreas de tierra,
creando una planta hidroeléctrica en Fall River y el primer sistema distribuidor
de agua por tuberías del área. Sin embargo, eso no fue suficiente para este
creativo e inquieto empresario, por lo que haciendo un movimiento
potencialmente riesgoso en ese momento, Stanley invirtió más de medio millón de
dólares en lo que hoy es uno de los hoteles más emblemáticos de los Estados
Unidos; El Hotel Stanley.
De acuerdo con un boletín de Estes Park, el Trail Gazette
- uno de los primeros hoteles al oeste del Mississippi en tener electricidad.
Elegante y albergando un cierto aire de la costa este, el hotel contrasta
salvajemente con la estética natural y robusta del oeste salvaje. A veinticinco
millas del ferrocarril más cercano y asentado a unos impresionantes 7.500 pies
sobre el nivel del mar, el hotel atrajo la atención de todo el país.
El negocio prosperó durante los primeros años, atrayendo
a la socialité que anhelaba el aire
fresco y el entorno natural, pero con la comodidad de sus productos de lujo. No
pasó mucho tiempo, sin embargo, antes de que la tragedia golpeara ese lugar.
Según el archivista del hotel, una tormenta azotó durante una calurosa tarde de
verano en junio de 1911. El personal del hotel se unió para encender las
lámparas de respaldo de gas. La habitación 217 (cambiada a la habitación 237 en
la adaptación cinematográfica de Stanley Kubrick de The Shining) tenía una fuga
de gas desconocida que fue rápidamente descubierta por Elizabeth Wilson cuando
entró en la habitación con una vela. De las tres criadas que resultaron heridas
en la explosión, Wilson sobrevivió, continuó trabajando para el hotel y se
convirtió en la camarera principal hasta su muerte en la década de 1950.
Después de las renovaciones y reparaciones, el hotel
reabrió a un público que esta vez era diferente, ya no era la socialité la que
se hospedaba ahí. Ya fuera por el miedo que provocó el accidente o por la
avalancha de noticias locales que le imprimían un halo de misterio a los
acontecimientos, pero las cosas habían cambiado. El nombre de Wilson estaba documentado
incorrectamente, pues decían que había muerto, por otro lado, los
supervivientes fueron enlistados como fallecidos, y alguien incluso informó que
la fuga de gas era un hecho bastante extraño y la explosión no debió haber
ocurrido, pues todas las lámparas estaban apagadas en el momento del accidente,
todo esto provocó que la popularidad del hotel disminuyera dramáticamente.
Los rumores de fantasmas y acontecimientos inexplicables
comenzaron a correr como pólvora; después de varios años, el hotel cambió de
propietario, se enfrentó a una ejecución hipotecaria y probablemente habría
cerrado sus puertas, si no hubiese sido por el famoso y curioso escritor (proveniente
del estado de Maine, el mismo de donde había llegado Freelan Stanley) Stephen
King.
Cerca de Halloween, Tabitha, esposa de King, pensó que
necesitaban unas mini-vacaciones y después de pensar y descartar varios
lugares, decidieron probar un hotel cercano a Estes Park, Colorado (a los pies
del Parque nacional Rocky Mountain) llamado Hotel Stanley. El 30 de octubre de
1974, Stephen y Tabitha se registraron en el Stanley. Casi no lo lograban, ya
que el hotel estaba cerrando por temporada baja y ya se habían ido casi todos.
Ellos fueron los únicos huéspedes en el hotel esa noche. "Cuando llegamos,
estaban a punto de cerrar por la temporada, así que éramos los únicos huéspedes
del hotel - con todos esos largos y solitarios pasillos...". King y su
esposa se registraron en la habitación 217.
La misma noche de su llegada, Tabitha y Stephen cenaron
en el Gran Comedor, totalmente solos. Se les ofreció una opción para la cena,
la única comida disponible aún. Se escuchaba en la habitación música orquestal
grabada y la suya era la única mesa dispuesta para cenar. «Con excepción de
nuestra mesa todos las sillas estaban encima de las mesas. Mientras, la música
hacía eco en el pasillo, y fue como si Dios me hubiese puesto allí para
escuchar y ver esas cosas. Y cuando me fui a la cama esa noche, tuve el libro
en mi mente»
Después de la cena, Tabitha decidió irse a dormir, pero
Stephen decidió tomar un paseo por el vacío hotel; terminó en el bar, donde fue
atendido por un barman llamado Grady. «Esa noche soñé que mi hijo de tres años
corría por los pasillos, mirando hacia atrás sobre su hombro, con los ojos
dilatados, gritando. Estaba siendo perseguido por una manguera de incendios. Me
desperté con un tremendo espasmo, transpirado y agitado, a una pulgada de
caerme de la cama. Me levanté, encendí un cigarrillo, me senté en una silla
mirando por la ventana a las Rocosas, y para el momento en que el cigarrillo se
había acabado, tuve el esbozo del libro firmemente establecido en mi mente».
Tal vez fue el aislamiento o las inquietantes y
misteriosas historias del accidente, lo que asustó a King, pero después de
pasar únicamente una noche en la habitación 217, y de tener esas pesadillas con
su pequeño hijo, nació su tercer libro: "The shining" "El
resplandor".
Quizás la historia ficticia de King fue lo que generó un interés
renovado en el hotel. Los huéspedes se registraban en el con la esperanza de tener
su propia experiencia paranormal y de hecho, existen varios testimonios de
quienes si la tuvieron.
Fantasmas
Los huéspedes dejan el embrujado Hotel Stanley con
informes de equipaje desorganizado, golpes en las paredes y puertas, risas
infantiles e incluso olores extraños, atribuidos específicamente a un fantasma
llamado Eddie, que se ganó el apodo de "Stinky Man". (Según el
personal del hotel) Mientras que Elizabeth Wilson, quien no murió en el
accidente, sin embargo es su espíritu la presencia más destacada en el hotel..
Posiblemente todavía ande por ahí tratando de organizar y arreglar las
habitaciones, hay reportes de su presencia en la habitación 217, deshaciendo
las maletas de los huéspedes y según lo informado por algunas parejas solteras,
subiendo a la cama y tratando de despertarlos de sus plácidos sueños.
Una enorme cantidad de expertos en lo paranormal y equipos de
filmación han visitado el hotel, incluyendo a Zak Bagans y el equipo Ghost
Adventures y Syfy's Ghost Hunters. Según la gente de relaciones públicas del
hotel, el investigador principal del Ghost Hunter, Jason Hawes, experimentó que
un cristal se rompió en su mesita de noche y que las puertas se abrían y
cerraban por sí mismas. El Hotel Stanley ha ganado notoriedad y fama paranormal
mediante la organización de recorridos, así como de conferencias paranormales.
Hoy en día el hotel atrae a miles de huéspedes
anualmente. Algunos son escépticos y otros verdaderos devotos paranormales que
buscan reafirmar sus propias creencias. Algunos son aficionados a la historia,
y buscan simplemente admirar el colosal edificio que marcó una nueva era de
tecnología para el oeste. Otros vienen como entusiastas de la naturaleza,
simplemente buscando contemplar la belleza natural de las nevadas montañas.
Cualesquiera que sean sus razones, miles de visitantes de
todo el mundo acuden a ese sitio, mientras el hotel continúa acumulando
leyendas y misterios que lo hacen un lugar, sencillamente fascinante.
Sigma Investigación Paranormal
Fuentes: https://frightfind.com/stephen-king-haunted-history-of-stanley-hotel/
https://es.wikipedia.org/wiki/El_resplandor_(novela)