¿Poseen los animales, facultades extraordinarias para presentir el peligro, comunicarse telepáticamente, y seguir el rastro de sus dueños a grandes distancias?
PSI ANIMAL
¿Poseen los animales,
facultades extraordinarias para presentir el peligro, comunicarse
telepáticamente, y seguir el rastro de sus dueños a grandes distancias?
La siguiente historia
plantea la enorme posibilidad de que la psi puede estar presente en gran parte
del reino animal.
La insólita hazaña
empezó en 1923. Bobbie era un perro de
dos años, una hermosa mezcla de pastor inglés y escocés. Se había perdido en
una pequeña ciudad de Indiana, donde habían estado de vacaciones sus dueños, quienes
eran propietarios de un restaurante en el estado de Oregón y vivían ahí.
Al principio, parece
que Bobbie llegó a tener algunos problemas para orientarse, caminaba en grandes
círculos, recorriendo hasta 1,500 km en los que sólo conseguía avanzar 300 en
la dirección correcta, la misma que necesitaba seguir hacia el oeste, para poder volver a casa. A finales de otoño,
encontró por fin su camino y, aunque parezca increíble, inició la áspera ruta
que lo llevaría de regreso a casa.
Bobbie viajó hacia el
oeste, cruzando los estados de Illinois e Iowa, comía y dormía donde podía.
Algunas veces cazaba y comía conejos y ardillas, y otras veces, personas de buen
corazón lo guarecían por una noche o más tiempo. Una vez, incluso compartió
alimentos con los ocupantes de un campamento para vagabundos. En Des Moines
(Iowa) pasó el día de acción de gracias y las semanas siguientes con una
familia, y más tarde, en su camino hacia el oeste, de milagro pudo escapar de
una muerte inminente en las manos de un perrero.
Después de tanto
tiempo en el camino, Bobbie fue quedándose en los huesos, pero, sólo se detenía
el tiempo suficiente para retomar
fuerzas y reemprender el recorrido, siempre hacia el oeste. Tuvo que cruzar
ríos, entre ellos el caudaloso Missouri, y como pudo, atravezó en pleno
invierno las inclementes montañas Rocosas. Hacia el final del viaje, tenía tan
gastadas las almohadillas de las patas, que se le veían los huesos.
En febrero, casi seis
meses después de iniciada su odisea, llegaba a una vieja granja en las afueras
de Silverton, donde había vivido de cachorro con sus amos. A la mañana siguiente,
llegó, exhausto y muy lastimado a la ciudad y entró en el restaurante donde
vivía con su familia. Ahí, en el segundo piso, estaba durmiendo Frank Brazier.
El viaje de 4,800 kilómetros había terminado, y Bobbie, reuniendo sus últimas
fuerzas, saltó sobre la cama y empezó a lamer la cara a su amo.
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Bobbie and Frank Brazier |
Por inverosímil que
parezca, la crónica del increíble viaje de Bobbie fue certificada por el presidente de la Oregon Humane Society,
que logró reconstruir la ruta del perro y hablar con muchas de las personas que
lo habían visto o atendido a lo largo del camino. Bobbie se convirtió así en
uno de los héroes caninos más admirados de la historia, fue honrado por su
valor, apego y tenacidad, y recibió
numerosas medallas, las llaves de varias ciudades, e incluso un collar de oro.
Pero aquí destaca un
importante cuestionamiento: ¿cómo encontró el camino? No siguió los pasos de su
amo. La ruta del perro no se acercó nunca
a las que tomaba Brazier para ir al este y volver a su casa de Oregón.
Al parecer, Bobbie viajó miles de kilómetros por un terreno que nunca había
visto ni olfateado, y no había ninguna otra razón para que el camino que siguió
le resultara familiar.
Muchos de los que han
estudiado la hazaña de Bobbie creen que el perro encontró su camino gracias a
una facultad o sentido especial, diferente de cualquiera de las formas de
percepción canina conocidas. Algunos piensan que esta misteriosa facultad o
sentido animal es algún tipo de percepción extrasensorial (PES), a menudo designada
simplemente PSI, nombre de la vigésima tercera letra del alfabeto griego,
adoptado para designar un amplio abanico de posibles facultades paranormales.
La psi animal se
refiere a todo tipo de comunicación de un animal con su entorno, otro animal, o
una persona, que parece seguir canales no identificados o inexplicables.
Historias de
comportamientos animales enigmáticos que respaldan en alguna medida la posible
existencia de psi, se han registrado siempre. Esos relatos hablan no sólo de su
notable habilidad para encontrar el camino a casa, sino también de otras
hazañas no menos extraordinarias: animales que encuentran a sus dueños en
lugares a donde no habían ido nunca, o presienten la inminencia del peligro,
aunque se trate de una catástrofe natural; perros que parecen presentir su
propia muerte o las de sus amos, sin importar que se encuentren a centenares de
kilómetros.
Hace casi cuarenta
años, los científicos empezaron a investigar tales historias, y llevar a cabo
experimentos de laboratorio, para determinar si puede realmente existir algo
que merezca ser llamado psi animal.
Grupo Sigma Investigación Paranormal