Aunque el día de Reyes es para los niños uno de los días más
esperados del año, pues esperan ansiosos los regalos de los tres magos, es muy
poca la gente que sabe que no eran tres, sino cuatro los Reyes Magos, pero,
¿qué pasó con el cuarto y cómo se llamaba?
Según un texto de finales del siglo XIX, The Other Wise Man
-El otro rey mago-, escrito en 1896 por Henry van Dyke, teólogo presbiteriano
estadounidense y traducido a 13 idiomas, Artabán era un hombre de barba larga,
mirada noble y profunda, y muy generoso,
que vivía en el monte Ushita.
Son pocos los detalles que se dan de su vida, sólo destacan dos
datos, uno de ellos es que tenía el don de conocer el futuro mediante el uso
del Oráculo, pues él sabía sobre la llegada al mundo de un ser de luz, y lo
otro que se conoce bien, son las hazañas que le impidieron llegar a adorar al
niño, junto a los otros tres Reyes Magos.
Cierto día, Artabán recibió una carta que contenía un
mensaje de Melchor, Gaspar y Baltazar, en el que se confirmaba su profecía: El
nacimiento de Jesús; y en la cual él era convocado a reunirse con ellos, para
luego ser guiados por una brillante estrella hacia el lugar del acontecimiento.
Artabán, entonces, preparó su caballo y los regalos que le entregaría al niño: Un
diamante protector de la isla de Méroe, un pedazo de jaspe de Chipre y un
fulgurante rubí de las Sirtes.
En el camino, Artabán se encontró con un hombre que era comerciante,
y que había sido golpeado y despojado de sus ropas y de
todas sus pertenencias, Artabán se apiadó de él y sin dudarlo le entregó uno de
los regalos: el diamante.
El inesperado encuentro con ese comerciante, hizo que Artabán
se retrasara, y al llegar a Borsippa, lugar donde se encontraría con los otros
tres Magos, encontró que ellos ya habían
partido, y le indicaban que debía seguir solo su camino a través del desierto
hacia occidente, y guiarse por la estrella más brillante del cielo, hasta
Belén.
Cuando Artabán llega finalmente a Judea, agotado, sucio y con
la ropa totalmente destrozada, se encontró con la terrible noticia de que
Herodes había ordenado buscar y matar a todos los niños menores de dos años. En
ese momento vio a un soldado que estaba a punto de matar a un niño, entonces lo
detuvo y le ofreció una de las piedras -el rubí- a cambio de la vida del
pequeño, sin embargo, el jefe del soldado se percató del trato y ordenó encarcelar
a Artabán, quien estuvo preso durante 30 años.
Pasado el tiempo y cumplida la injusta condena, Artabán, viejo
y ciego, es liberado por los soldados. Unos años después, el viejo y cansado
mago llegó al monte Gólgota donde crucificarían a un hombre que decía que era
el Mesías enviado por Dios para salvar al mundo -bien podéis adivinar de quien
se trataba. Mientras observaba el
tumulto de gente, Artabán alcanzó a ver que estaban a punto de vender a una joven
mujer como esclava, por lo que, en otro acto de generosidad, entrega la última
joya -el jaspe- a cambio de su libertad.
Segundos después, la tierra tiembla, se abre
y se traga el viejo, pero aún vivo cuerpo del cuarto Rey Mago, mientras éste,
poco antes de morir escuchó una voz que le decía: "Lo que has hecho por
mis hermanos, lo has hecho por mí".
Esta es la leyenda de Artabán, el cuarto y poco conocido Rey
Mago, y la razón por la que jamás llegó a la cita junto a los otros tres Reyes
Magos.
Sigma Investigación Paranormal
Fuentes
https://vanguardia.com.mx/articulo/artaban-la-historia-del-cuarto-rey-mago-que-desconocias-regalo
https://www.elsiglodetorreon.com.mx/noticia/694553.artaban.html